Dos razones por las que se podrían estar desgastando tus llantas
Seguramente en alguna oportunidad te ha pasado que te acercas a una de tus llantas y notas mayor desgaste que en todas las demás; esto generalmente se atribuye a un problema en la alineación, el balanceo o la calibración de las llantas.
Sin embargo, muchas personas no son conscientes de las causas del desgaste de un neumático y tienden a pensar que su llanta estaba defectuosa de fábrica. Para que esto no te pase a ti y tus llantas tengan un ciclo de vida mucho más largo, te explicamos cómo identificar las principales causas de desgaste en tus neumáticos.
1- Un mayor desgaste por falta de alineación
Una de las principales causas del desgaste irregular en los neumáticos es la falta de alineación de las ruedas. Generalmente, un vehículo desalineado tiene una alteración en el camber, positivo o negativo, lo que afecta el ángulo de apoyo del neumático con relación al pavimento.
Cuando el camber es positivo, el desgaste se produce en la cara externa de la banda de rodamiento y el agarre se ve especialmente afectado cuando el conductor realiza giros hacia su derecha. Si el camber es negativo, la banda de rodamiento comienza a desgastarse en la cara interna y el conductor puede percibir un tirón en la dirección hacia el lado izquierdo.
Por eso, es muy importante realizar periódicamente una alineación computarizada que deje perfectamente alineados todos los ángulos según lo especifica el fabricante de tu vehículo.
2- Llantas descalibradas
Una descalibración en los neumáticos es otra de las causas del desgaste irregular en tus llantas. Cada vehículo tiene una cantidad indicada por los fabricantes en PSI para la presión de los neumáticos; esta cifra garantiza la adecuada cantidad de contacto con el pavimento, el agarre efectivo en carretera y el perfecto equilibrio de cargas sobre los cuatro puntos de contacto.
Una presión no recomendada, además de afectar la durabilidad de tus llantas, también incrementa el consumo de combustible, contribuye a un daño en los componentes de la suspensión y produce incomodidad en la dirección durante la conducción.
Cuando la presión interna del neumático es baja, la banda se retrae y causa que las caras y bordes del neumático tengan mucho más contacto con el suelo, por lo que notarás un desgaste más pronunciado en dichas zonas. En caso contrario, si la presión interna es alta, el centro de la banda de rodamiento sufrirá mayor desgaste y el carro rebotará mucho más al superar obstáculos en carretera.
Por eso, si quieres mantener tus neumáticos en las mejores condiciones, lo recomendable es realizar cada 10.000 a 15.000 kilómetros una verificación e inspección completa de los neumáticos, para posteriormente hacer la alineación, rotación y balanceo. También te sugerimos verificar la presión de los neumáticos y utilizar nitrógeno en lugar de aire para mantener estable la presión interna y disminuir las filtraciones. Finalmente, no olvides, realizar la rotación de las llantas según lo indicado por tu fabricante y siguiendo lo especificado en el manual de tu vehículo.