Conserva tu confort y seguridad con una alineación y balanceo.
¿Te cuesta trabajo conducir en línea recta?; ¿sientes temblores y vibraciones en la dirección? Es muy probable que tu vehículo necesite una alineación y un balanceo. No dejes que tus llantas pierdan el norte; aquí te explicamos la importancia de realizar estos servicios y la frecuencia con la que debes realizarlos.
Las personas tienden a confundirse cuando les hablan de alineación y balanceo. Aunque los términos suelen mencionarse juntos, son procesos independientes que garantizan que las llantas del vehículo conserven su vida útil, se reduzca el consumo de combustible, se reduzcan las vibraciones a altas velocidades, se preserve la seguridad y se garantice el confort al conducir.
¿Qué es la alineación?
La alineación es un procedimiento realizado por un experto en el que mediante una computadora y una serie de sensores delanteros y traseros, se determinan los ángulos de inclinación, avance y convergencia de la suspensión de las ruedas. Una vez se realizan estas mediciones, se comparan con las especificaciones del fabricante del vehículo para garantizar que la corrección realizada sea siempre la más adecuada.
Recuerda que sin la alineación adecuada, el juego de llantas de tu carro puede presentar un desgaste pronunciado y desigual en las bandas de rodamiento; además puedes llegar a notar una posición descentrada del volante cuando se conduce en línea recta y tu bolsillo se puede ver afectado por un mayor consumo de combustible y la necesidad de cambiar neumáticos con mucha más frecuencia.
¿Y el balanceo?
El balanceo implica el desmonte de cada una de las llantas del vehículo para someterlas a una revisión en una máquina balanceadora en la que la llanta gira sobre su propio eje, mientras una computadora verifica el equilibrio de su peso. Si se detecta algún tipo de desequilibrio, el técnico procederá a instalar una serie de pesos de plomo en el rin con el fin de lograr el equilibrio perfecto.
Es recomendable someter tus llantas a un balanceo dinámico, ya que este procedimiento permite garantizar que las llantas estén equilibradas en cada una de sus caras. Una máquina balanceadora computarizada ayuda a los técnicos a detectar cuánto peso debe colocarse en cada una de las caras de las llantas.
Un balanceo perfecto evitará que, a ciertas velocidades, puedas experimentar vibraciones que dificulten la conducción o afecten tu confort. Si experimentas una sensación diferente en la dirección o un movimiento excesivo del tablero, es probable que requieras balancear las llantas de tu vehículo.
Realizar una alineación y un balanceo cada 6 meses o cada 10.000 kilómetros, contribuirá a prolongar la vida útil de las llantas, te ayudará a reducir el consumo de combustible y garantizará tu seguridad y confort al volante.